Creo que estamos algo anestesiados... Y algo acostumbrados a apartar de nuestra vida lo feo o lo desagradable... Tal vez hace falta que nos miremos un poco mejor a nosotros mismos, para ser capaces de andar por un camino más auténtico y real... Parece tan evidente, es una realidad tan conocida y que creíamos tan bien controlada, que nos hemos olvidado de ella y de su verdadero valor. Nos estamos convirtiendo en seres olvidadizos con nosotros mismos. Y las pastillas y los emblemas de la felicidad, los paraísos artificiales, solo sirven para odiarnos un poco más cada día.
sábado, 4 de septiembre de 2010
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