Días extraños, atonales... Días que fijan nuevos rumbos. Días de movimiento y reposo. Días que recuerdan muertes prematuras. Amigos que se fueron. Días tristes, en realidad. Y el horizonte de la isla más claro que nunca. El azul tan intenso y limpio, como si se tratara de una verdad eterna que lastima el corazón.
domingo, 12 de diciembre de 2010
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