A veces consigo vencer el sueño; otras, no.
Hoy es una noche de esas.
El silencio lo envuelve todo, menos mi cabeza.
Y no sé por qué.
Es como si la alegría del día se transformara en algo misterioso, extraño o sospechosamente familiar.
Hay algo que se resiste a morir temporalmente o que me provoca por dentro,
que desea soportar la vida o abusar de ella un poco más.
Y cada noche que espero pacientemente, me descubro abandonado en medio de este silencio, en medio de una cita imposible.
sábado, 15 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario