Ahora que los tiempos son como son, prefiero que me devore mi propia antiutopía y no la que crea la sociedad misma. La verdad es insignificante cuando conoces la caída. Porque somos como aquel que ha perdido sus papeles, arrastrados por el viento, y que corre tras ellos para intentar recuperarlos.
domingo, 23 de enero de 2011
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