domingo, 8 de septiembre de 2024

"La idea infinita", nuevo trabajo musical de Roberto García de Mesa

Muy feliz. Los diez temas de mi álbum La idea infinita (2024) ya se pueden encontrar en mi canal de youtube. Lo comparto aquí, para quien desee escucharlo: 

https://www.youtube.com/playlist?list=PLuB9OIbD5HglS7G--IFHbFM0BHA5iai8O




La idea infinita (The Infinite Idea), 2024.
1. Gaia. 2. Arquitectura del amor (Architecture of Love). 3. Almas (Souls). 4. Isla (Island). 5. Umbral (Threshold). 6. Guerra fría (Cold War). 7. La nave de los locos (The Ship of Fools). 8. La idea infinita (The Infinite Idea). 9. Horizonte (Horizon). 10. Tiempo profundo (Deep Time).
Duración: 39 minutos, aproximadamente.
Música compuesta, interpretada, producida, grabada y mezclada: Roberto García de Mesa. Imagen de portada y diseño: Roberto García de Mesa.

domingo, 4 de agosto de 2024

Recordando el montaje "Poco (o alguien dirá que nos equivocamos)", Cía. Roberto García de Mesa (2023)


La obra Poco (o alguien dirá que nos equivocamos), escrita, dirigida y producida por Roberto García de Mesa, e interpretada por las actrices Ylenia Quintero, Delia Hernández e Ylenia de Luis, es un poema escénico acerca de cuatro dualidades que afectan profundamente al ser humano de nuestro tiempo: el cuerpo-no cuerpo, la soledad-no soledad, la opresión-no opresión y el tiempo-no tiempo. 
La pieza fue estrenada en el Festival Escenas do Cambio, el 4 de mayo de 2023, en la Cidade da Cultura (Santiago de Compostela), con el siguiente equipo: 

FICHA
Dirección, texto, creación escénica, espacio sonoro y espacio escénico: Roberto García de Mesa. 
Intérpretes: Ylenia Quintero, Delia Hernández e Ylenia de Luis.
Iluminación: Carlos Ramos. 
Audiovisuales: Digital 104 y RGM.
Vestuario: RGM, Ylenia Quintero, Delia Hernández e Ylenia de Luis.
Estructura-cruz: Andrés. 
Cartel de la obra: Julio Fernández. 
Fotografías: Manuel G. Vicente (Escenas do cambio, Cidade da Cultura, 2023). 
Producción: Compañía Roberto García de Mesa.
Agradecimiento: a Lee Lee Moss por permitirnos reproducir la pieza sonora de "zäzilia – centenary".

Colaboran: Festival Escenas do cambio-Fundación Cidade da Cultura de Galicia y Universidad de La Laguna (Tenerife).








Tráiler fotográfico de Poco (o alguien dirá que nos equivocamos). Cía. Roberto García de Mesa:

https://www.youtube.com/watch?v=S67QMDM2zaw

sábado, 3 de agosto de 2024

Recordando el montaje "Naturaleza muerta sobre fondo blanco", Cía. Roberto García de Mesa (2022)


Naturaleza muerta sobre fondo blanco, escrita, dirigida y producida por Roberto García de Mesa, e interpretada por Joel Hernández, Ylenia Quintero y Santi López, trata de indagar en dos conceptos esenciales de nuestra sociedad contemporánea: la perturbación y el desconcierto. Este proyecto de poesía escénica contiene tres piezas que, pese a sus aparentes diferencias, exploran dichos elementos de muy diversa manera. 

La primera, que da título al conjunto, "Naturaleza muerta sobre fondo blanco", fue escrita en 2007 y publicada en el volumen titulado Outside (Madrid, Fundamentos, 2010), de Roberto García de Mesa, junto a otras 14 obras suyas. En ella, 2 periodistas discuten sobre un atentado terrorista de extremistas islámicos en una plaza pública.
Por su parte, "Segismundo siempre golpea primero" fue redactada en 2011 y apareció en el libro titulado Variaciones de la razón y otros textos (Vigo-Zamora, Ediciones Invasoras, 2020), de Roberto García de Mesa, junto a otras 7 piezas suyas. La obra es una versión muy libre y salvaje de La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca.
Finalmente, "Variaciones de la razón" fue escrita en 2011 y publicada en el volumen anteriormente citado. Está dividida en 8 partes, en donde varios intérpretes dialogan sobre poesía, revolución, disciplina, tiempo, espacio, mística, deseo y conciencia.


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TÍTULO: Naturaleza muerta sobre fondo blanco.
COMPAÑÍA: Roberto García de Mesa.
MATERIA: Teatro de texto, teatro visual, teatro performativo, teatro posdramático, poesía escénica.
DURACIÓN: 75 minutos, aproximadamente.

ESTRENO ABSOLUTO: El estreno absoluto de Naturaleza muerta sobre fondo blanco tuvo lugar en el Centro de Innovación Cultural El Almacén, en la Sala Cubo (Lanzarote), el 10 de noviembre de 2022, con otra función también el día 11 del mismo mes. El estreno en un espacio teatral se realizó en La Fundición Bilbao el 10 de diciembre, con otra función igualmente el día 11.  


FICHA ARTÍSTICA
Dirección, texto, creación escénica, espacio sonoro y espacio escénico: 
Roberto García de Mesa. 
Intérpretes: 
Joel Hernández, Ylenia Quintero y Santi López.
Participan virtualmente:
María Pérez, Manuel García de Mesa, Carlos García González, Lirio Mosqueda Perdomo, Alberto Reverón, Alma García del Castillo, Delia Hernández González, David García del Castillo, Andrea García, Nayra Rodríguez, Joel Pérez Morales, Elena de Vera Núñez, Inés González de Vera y Elías González de Vera. 
Iluminación: 
Carlos Ramos.
Audiovisuales: 
Digital 104, Mauricio Pérez Jiménez y RGM. 
Diseño de la pieza trono-cama: 
Julio Fernández Peláez.
Voz en off en castellano, inglés y alemán: 
Lee Lee Moss.
Vestuario: 
Joel Hernández, Ylenia Quintero, Santi López y RGM.
Fotografía y diseño del cartel:
RGM. 
Fotografías del montaje:
Alberto Reverón.
Producción: 
Compañía Roberto García de Mesa. 
Residencia: 
Proyecto de Residencia de Creación en La Fundición Bilbao.
Colabora: 
La Fundición Bilbao, El Almacén (Cabildo de Lanzarote) y Universidad de La Laguna.












Tráiler de Naturaleza muerta sobre fondo blanco (Cía. Roberto García de Mesa):

https://www.youtube.com/watch?v=z4AMzlI2PBc&t=14s


viernes, 26 de julio de 2024

Publicaciones poéticas de Roberto García de Mesa en tres revistas literarias: "Buenos Aires Poetry", "Alameda 39" y "Trasdemar"

En los últimos meses, algunos poemas míos han sido publicados en tres revistas literarias. Comparto aquí los links de las mismas:

*Buenos Aires Poetry (Buenos Aires, Argentina): 

https://buenosairespoetry.com/2024/03/19/materia-oraculo-coleccion-pippa-passes-2024-roberto-garcia-de-mesa/

*Alameda 39. Revista de Poesía, n.º 13 (Cádiz-Huelva, España): 

https://www.garvm-ediciones.com/alameda-39

*Trasdemar. Revista Digital de Literaturas Insulares (España-Chile-México): 

https://www.trasdemar.com/home/poesia/diez-fragmentos-del-libro-materia-oraculo-de-roberto-garcia-de-mesa/

En el primer y tercer caso, los poemas pertenecen a mi último libro de poesía publicado: Materia, oráculo (Buenos Aires Poetry, 2024). En el segundo, a dos volúmenes anteriores: La cima inversa y Plomo/Cuaderno francés (Buenos Aires Poetry, 2021 y 2023, respectivamente). 






jueves, 8 de febrero de 2024

«Rafael Arozarena y "el comodín Fetasa"», por Roberto García de Mesa


 

La gente cree que «Fetasa» proviene del título de la novela de Isaac de Vega, pero no es así, el nombre del grupo se creó mucho antes, se me ocurrió a mí. Nos solíamos reunir desde las dos de la tarde hasta las dos de la mañana todos los días, con vasos de vino... Eran unas reuniones preciosas. Llegábamos a unas alturas filosóficas muy especiales. Un día, mientras tratábamos de ligar el pensamiento de Pitágoras con el de Kierkegaard, llegó un momento en el que, como en toda filosofía, nos trabamos, llegamos a la cúspide (Dios) y no podíamos seguir. Así que dije: «¿Y por qué no? Después de esto está Fetasa». Verdaderamente, ni yo mismo sabía lo que era. [...] Lo expuse como una abstracción, como si se tratara de agarrar algo inasible. Se quedaron con la idea. Cuando llegáramos a un punto culminante tendríamos el comodín «Fetasa». Esto quiere decir que hay conceptos que no alcanzamos, a los que les damos una talla superior. Un ejemplo es la idea de Dios. Fetasa representa a un dios superior a Dios, una especie de padre de Dios. Partiendo de este concepto amplio te das cuenta  de que al descender puedes observar mejor los defectos. 

Rafael Arozarena

 

Este fragmento pertenece a la página 60 del libro Conversaciones con Rafael Arozarena. Sería publicado en 2004 por la Editorial Benchomo, tras un proceso de trabajo que duraría unos cinco años. A propósito de lo que Rafael dice en el citado fragmento, nadie (ni siquiera él mismo) supo aclararme el origen de la palabra «Fetasa». Desde entonces, este pasaje llamaría mi atención, todavía lo sigue haciendo, ya que, en apariencia, aquí nos apartábamos de otros temas más convencionalmente considerados como literarios, aunque no del todo, por supuesto. Supongo que, en aquel momento, Rafael necesitaría una idea, una palabra sin aparente etimología, sin un origen premeditado o ideologizado, sin un origen racional para hablar de algo todavía más misterioso. 

    Arozarena se sentía muy cómodo con las invenciones más irracionales, pude comprobarlo en diversas ocasiones, aunque, también, y con matices, se dejara seducir por las ciencias naturales. Que, precisamente, sus percepciones de la naturaleza y del mundo de los sueños le propiciaran nuevos retos para maniobrar por donde su intuición poética quisiera, sin límites, era lo que verdaderamente le interesaba de todo ello. Y no tenía miedo a ir muy lejos en la escritura porque sabía, como le llegaría a decir uno de sus maestros, Agustín Espinosa, el autor de Crimen, (la novela surrealista escrita en España en los años 30 de la pasada centuria, algunos consideran este texto dentro de la tradición del poema en prosa), que «Por mucho que te propongas, no puedes escribir un disparate porque todo está encadenado, siempre será realizado por un cerebro humano y es lógico» (pág. 42). Esta idea, que Rafael conservó durante toda su vida, se convertiría en una especie de salvavidas intelectual. Y se lo diría uno de los escritores malditos del siglo XX. Espinosa había llegado muy lejos en la creación literaria en poco tiempo, entre los años 20 y 30. El golpe de Estado de los fascistas, la guerra civil, así como su pronta muerte en 1939, truncarían sus sueños. Por su parte, Rafael Arozarena (1923-2009) pudo disfrutar de una larga vida, con tiempo para experimentar, sobre todo, con el surrealismo, para dotarlo de otra encarnadura, crear un estilo (junto a sus amigos Isaac de Vega, José Antonio Padrón y Antonio Bermejo) y llamarlo fetasiano. Por ello, lo pensaba entonces y ahora también lo sigo haciendo, probablemente lo que más apreciaba Rafael, ya de su propia obra, recaía en dos espacios fundamentales: su producción poética y su novela (o su gran poema) Cerveza de grano rojo. Entre esos dos lugares tenía su auténtico reducto de libertad de pensamiento, su búsqueda más arriesgada, sus puntos de referencia, sus otras vidas, sus visiones, su contacto con otros mundos, sus herramientas para la reflexión, para la seducción, para cultivar la seriedad o la ironía, para vivir miles de muertes y resurrecciones de sí mismo con la imaginación.

    «El comodín Fetasa» le serviría, entre otras muchas cosas, para observar la realidad desde cualquier ángulo, sin los prejuicios que generan los fundamentalismos religiosos y políticos. Rafael no se enredaría demasiado en esas cosas, huiría de las explicaciones comunes y trataría siempre de darle la vuelta a las mismas inventando nuevos puntos de vista, alimentando, con ello, su bien más preciado: la imaginación. Ello no sería un obstáculo para llegar a comprometerse socialmente, por ejemplo, con la protección de la naturaleza de las Islas Canarias, y posicionarse contra la salvaje especulación urbanística que tanto ha cambiado la geografía del archipiélago. 

    Rafael Arozarena lucharía toda su vida por defender su libertad de pensamiento y cultivar el misterio en la literatura. Su obra así lo demuestra. Y se sustentaría, en gran medida, en intuiciones poéticas no estrictamente cercadas por la razón. En este sentido, «el comodín Fetasa» le serviría para ser libre, para crear sin prejuicios, para superar las dificultades de la vida e, incluso, para enfrentarse al miedo a la muerte. 

domingo, 3 de diciembre de 2023

Ensayo: "Poesía escénica, brevedad y algunas consideraciones sobre el accionismo escrito de Julio Fernández", por Roberto García de Mesa

 

La poesía escénica es aquella pensada y escrita para ser expuesta en escena (y valga la redundancia), en algún momento, con todo lo que ello implica. Y no estoy hablando solo de recitarla en público, sino de algo más complejo. La escena puede ser en cualquier lugar y sus mecanismos se enfrentan, además, a la narratividad: no importa tanto la historia. Por otra parte, se potencia la presencia de estructuras inacabadas y de lo fragmentario, se combinan la palabra y el gesto, se sustituyen mutuamente, dialogan con la acción. También implica el uso de herramientas esenciales y posee mecanismos como el ritmo y la repetición, la tendencia al desorden o al caos, el cuestionamiento de los límites, el análisis de la realidad y de las emociones humanas, el juego entre el gesto individual y el colectivo frente a un determinado concepto, etc. En definitiva, podría ser de múltiples maneras, pero hay una gran responsabilidad en la capacidad crítica, la ausencia de límites formales, la fragmentación y la desconexión narrativa del discurso, así como la libertad y la preponderancia de lo metafórico en la disposición de los objetos escénicos, en el amplio sentido de la palabra, o de las ideas.

Sin duda, todo ello la aproxima a las artes escénicas o vivas o, incluso, a las artes plásticas. Y así ha sido. Tenemos, por ejemplo, el arte de acción, la performance, el happening... Ello ha ido contribuyendo, a lo largo de los siglos XX y XXI, a dar cuerpo a una idea que aún está en el aire. En el ámbito literario apenas se considera, ni siquiera como literatura “teatral” o destinada para la escena, a lo sumo como un guión de trabajo. Si bien las artes escénicas y las artes plásticas asimilan a estas alturas ya, perfectamente, esta situación (recuérdese el nombramiento de Juan Hidalgo como Premio Nacional de Bellas Artes 2016) en toda su complejidad, la crítica literaria ni siquiera termina de consolidar estos textos, sea en forma poética (en verso o en prosa), con acotaciones o sin ellas. Pero la poesía no solo se escribe, existe en todo. Especializarla en un único formato es una demostración de empequeñecimiento. Es tan obvio decirlo por muchos como tan difícil admitirlo por otros. En este caso, no es solo una descripción, sino una realidad muy palpable en un texto, en un “tejido” de ideas que no se compone únicamente con el hecho lingüístico, sino que va más allá y se proyecta en algo más tangible, si cabe decirlo así. Y, desde luego, la composición de ese “tejido” debe ser especialmente elaborada.

Cada cierto tiempo, muchos de los poetas no escénicos descubren que, más allá de los libros, hay otras formas para expresar lo poético, que no son solo las composiciones con palabras. En efecto, siempre hay algo más. Pero es nuestra elección llegar, experimentar con ello, o quedarnos en una primera fase: desde el blanco del papel o de la pantalla. O desde la mera idea. Ninguna de las opciones es menos que otra, incluso, con la página en blanco solo, la historia literaria nos ha demostrado que eso también es un poema. Creo que no debe considerarse mejor un poema impreso en una hoja o en la pantalla de un ordenador que proyectado en el espacio de diversas maneras. Pero no es menos cierto decir que un poema mostrado en escena invita al receptor a nuevas posibilidades, como mínimo a otras. Se convierte en algo más vivo, por su naturaleza. Tanto en la creación escénica como en la literaria, el poema, cuando pasa al formato escrito, sea cual fuere, atraviesa diversas fases y se pone a prueba ante los ojos del autor. Pero si se trabaja escénicamente, primero, el texto adquiere una insólita vida que antes no tenía y, segundo, es una obviedad, al desenvolverse en el espacio y no en una página, esta poesía se presenta, como decía Antonin Artaud, desde la perspectiva de una «poesía en el espacio». Nada más y nada menos. Y no es difícil llegar desde ahí a una poesía espacialista y al mundo de la instalación artística y, también, a creaciones visuales con palabras que flotan, sí, en el espacio. Todo está conectado. Las clásicas teorías de los géneros no pueden responder satisfactoriamente a estas realidades. Los escritores surrealistas, en este sentido, lo tenían muy claro: lo que hacían eran textos surrealistas. 

Siempre me ha parecido este caso de la poesía escénica algo muy similar a la situación de los haikus. La mayoría de los editores publican traducciones al castellano y se muestran solo las palabras. Las antologías tradicionales de haikus en castellano están llenas de composiciones de tal o cual autor japonés, de tres versos. Incluso el DRAE lo interpreta de la siguiente manera: «1. m. Métr. Composición poética de origen japonés que constra de tres versos de cinco, siete y cinco sílabas respectivamente». Pero se han olvidado de lo demás, de un estudio de la filosofía que mueve al autor, esencial en este caso, que ayuda a entender qué hay detrás del sentido del texto (si es taoísmo, budismo, budismo zen, confucionismo…), además de la misma idea de composición espacial que existe en el poema, y ya no solo la imagen que ayuda a completar el sentido, sino la importancia dada tanto al vacío como a su caligrafía. Hay quien incluso ha sido capaz de descifrar la energía, algunos datos de la personalidad del poeta y hasta su estilo de arte marcial a partir de la caligrafía. Aunque nuestra mentalidad racionalista occidental nos impida comprender o interesarnos por estos detalles, creo que pueden imaginar la información que es posible extraer de ahí también, ya solo como lectores libres de un imaginario poético y que perdemos cuando analizamos por géneros este tipo de obras. Desde luego, cualquiera puede entender que no es lo mismo componer un único poema de tres versos que integrarlo en una estructura comunicativa mucho más compleja. Los resultados son, como mínimo, diferentes. 

Pues bien. En el caso de la poesía escénica sucede algo similar, tenemos un texto, que será pronunciado por alguien, o ejecutado en el plano de las acciones o una combinación de todo. Además, en el caso de las acciones tenemos una tendencia a la esencialidad, a la brevedad y a lo efímero. El espectador-lector de acciones experimenta un proceso que debe completar. Y la necesidad de experimentar la esencia de las cosas, de sus movimientos e identidades conduce a la concisión. 

La brevedad no es ni mucho menos un hecho aislado en nuestro tiempo. Probablemente, la necesidad de lo breve provenga de la necesidad de esencialismo que posee el ser humano desde el principio de los tiempos. Desde los primeros testimonios escritos, la brevedad ha sido la tónica general... Desde las fórmulas de los hexagramas, proverbios, aforismos, sentencias, epigramas, acertijos... ya se traslucía una tendencia de vincular la esencialidad a la brevedad. Con lo cual, todo pensamiento grave, importante, trascendente debía ser breve. Es una máxima que de alguna manera se impone en la lectura habitual de las cosas. Cuando se observa una sola frase en una página en blanco, se intuye de antemano que ahí se da un pensamiento destacado, que, por su gravedad, no necesita estar acompañado de otras palabras ni de otras frases. Esta percepción incide de alguna manera en la tradición moderna del teatro breve de los siglos XX y XXI, sobre todo, a partir del manifiesto El teatro futurista sintético, en 1915. En él, Marinetti, Settimelli y Corra destacaban la necesidad de buscar la fórmula sintética, lo más esencial (recopilado en el volumen Manifiestos y textos sobre teatro de la época de las vanguardias, José A. Sánchez ed., 1999):

 

Nosotros creamos un teatro futurista. Sintético. Es decir, brevísimo. Comprimir en pocos minutos, en pocas palabras y en pocos gestos innumerables situaciones, sensibilidades, ideas, sensaciones, hechos y símbolos. [...] Estamos convencidos de que mecánicamente, a fuerza de brevedad, se puede llegar a un teatro absolutamente nuevo, en perfecta armonía con nuestra velocísima y lacónica sensibilidad futurista. Nuestros actos podrán ser incluso instantes, y durar por tanto pocos segundos. Con esta brevedad esencial y sintética, el teatro podrá sostener e incluso vencer la competencia con el Cinematógrafo 

 

Por su parte, las acciones futuristas, las veladas dadaístas de entreguerras, del cabaret Voltaire, de Hugo Ball, en Zürich, también agrupan participaciones esencialistas. Algunas de las acciones, a finales de los años 20, en Tenerife, que promueve, a través del colectivo «Pajaritas de papel», Eduardo Westerdahl, el que fue director de la célebre revista de la vanguardia europea Gaceta de Arte, igualmente beben de esta tradición. En 1952, en Estados Unidos, John Cage junto al pintor Robert Rauschenberg, los poetas Mary Richards y Charles Olsen y el pianista David Tudor llevan a cabo Untitled event. Estos participantes a través de una partitura donde solo se marcan elementos de acción, quietud y silencio, realizan individualmente su discurso, su momento esencialista. Con estas pautas, se acercan al taoísmo y al budismo. Dichos planteamientos adquieren una dimensión procesal anticipada por Antonin Artaud, en El teatro y su doble, en 1938, y se desarrollan, por ejemplo, en la obra de artistas como Allan Kaprow, a través de sus collages actions, en los años 50, donde invita al espectador a colaborar con el creador. Alejandro Jodorowsky reproduce una «Invitación» de Kaprow, en su libro Teatro sin fin (2007): 

 

Usted, al igual que cada una de las 75 personas, será a un tiempo espectador y protagonista... En este tipo de arte diferente de cualquier otro, el autor se inspira en la vida... No se debe buscar en esta obra pintura, escultura, danza o música. El artista no tiene intención de ocuparse de eso. Cree en cambio que podrá dar vida a una situación nueva y convincente.

 

Los efímeros de Jodorowsky nacen exclusivamente del teatro, como un medio casi de expresión liberadora, donde también el público podía recrear su propio efímero, su propio momento inconsciente y único. Ese proceso constituía una pieza en sí misma. Las acciones del grupo ZAJ, de Juan Hidalgo, Walter Marchetti, Esther Ferrer, por ejemplo, a partir de los años 60 hasta tiempos más o menos recientes, son otro buen modelo de esencialismo. Mediante procesos muy simplificados, son representadas piezas, gestos en muchos casos brevísimos, que contienen grandes dosis de esencialidad. 

Esta tendencia a la brevedad y a la esencialidad en el mundo escénico va unida a otras manifestaciones creativas como, por ejemplo, la llamada poesía pura, la pintura y la poesía concreta, los poemas-objeto, la arquitectura racionalista, el diseño y la música minimalistas, el boom del microrrelato que conecta también con un renacimiento del microensayo, la micronovela, el micropoema, etc. 

El arte de acción en España ha gozado de un enorme desarrollo. Se podría hablar de muchos nombres y obras escénicas, pero, en este trabajo, quisiera dedicar especialmente unas breves líneas a un autor y a un trabajo que me parece un hito dentro de las manifestaciones escritas del arte de acción. Es un volumen de más o menos reciente aparición: se titula Acciones de entusiasmo imposibles y nunca llevadas a cabo, publicado por la exquisita editorial madrileña Arrebato libros, en 2022. 

Su autor, Julio Fernández (Manzanal de Arriba, Zamora, 1963), es una de las figuras más importantes, serias y rigurosas dentro del accionismo y del teatro performativo en España. A continuación,  paso a transcribir el currículum (y a actualizarlo un poco también) que aparece en el libro Escribir para la escena, hoy (vol. 1) (Madrid, Academia de las Artes Escénicas de España, 2023), cuyos editores literarios son Valle Hidalgo, Pilar Jódar Peinado, Julio Salvatierra y un servidor: 

Julio Fernández es titulado en Dirección y Dramaturgia (especialidad en Teoría Teatral y Dramaturgia) por la ESAD de Galicia, máster en Formación e Investigación Literaria y Teatral en el Contexto Europeo (UNED) y doctor por la Universidad de Alcalá en Estudios Literarios, Lingüísticos y Teatrales. Desde 1989 desarrolla su actividad escénica, siendo su primera performance La máquina onírica (Museo de la Ciudad de Salamanca, 1989), que, a su vez, fue premio de escultura de Los circuitos de la Comunidad de Madrid, en 1990. Desde 1991 a 1996 colabora con diversas compañías realizando los espacios escénicos para sus obras, destacando la llevada a cabo para Más ceniza (1994)de Juan Mayorga, y Martillo (1994), de Rodrigo García, ambas en Cuarta Pared. A su vez, sigue con su labor en el campo del arte de acción y la instalación artística, destacando Acciones de crisis (Círculo de Bellas Artes de Madrid, 1993) y Molinos de agua muerta (en la Galería B., con crítica en la revista El punto de las artes). 

Desde 1996 a la actualidad, compagina su actividad artística-plástica con la creación escénica y la dramaturgia, mediante la fundación de compañías tales como La Fragua Verde, Inaudita.org o Anómico Teatro. En todos estos años, las fluctuaciones entre trabajos claramente performativos y otros teatrales han sido constantes. Desde 2008 a 2011 predominaron las piezas en primera línea, junto a la performer Zaida Gómez: Partículas en suspensión, concierto poema (ARRT-OCTUBRE, Centro de Arte Contempòranea de Valencia, 2008), Hazte público (CHÁMALLE X, Facultad de Bellas Artes, Pontevedra), Mujer excelente se oferta (Museo de Arte Contemporáneo de Sevilla, Evento Xy01, comisariado por Remedios Zafra, 2009) o Tan preto e tan estraños (Casa das Artes, Vigo, Festivalt 2009). A partir de 2011, fueron más abundantes los propiamente escénicos, todos ellos con la compañía Anómico, que él mismo dirige. Estas obras, en su mayoría estrenadas en el Teatro Ensalle de Vigo, son Esgotar os ollos (2012), Julieta Virtual (2013), Exceso de conversación con gaivotas (2014), Preferiría non facelo (2015), Ensayo sobre la lejanía (2016), Chuvia (2017, Salón Teatro Santiago de Compostela, CDG), Optimismo Florence (2017, seleccionada en la XXV Muestra de Autores Contemporáneos de Alicante), Paisaxes de extinción (2017, seleccionada para participar en la Red de Teatros Alternativos), Mer ou invisible (2018-2019), Viaxe caro o desastre (2019), Cartas de amor a los árboles (2020-21), Anxos abandonados en mosaicos despois do combate (2021), Nohorizontes (2022) y Heredarás el cosmos (El estremecimiento) (2023). 

Asimismo, desde 2009 a 2011, dirigió el festival Poéticas para unha vida, en el Museo Verbum de Vigo, dedicado al arte y poesía de acción, y durante casi una década condujo el proyecto de revista escénica y performativa Núa. Desde 2006, dirige la Editorial Invasoras, con más de 100 títulos publicados de teatro contemporáneo.

Como dramaturgo y creador escénico ha colaborado con compañías como Matarile, Cinemasticado o Xerpo, y algunas de sus obras han sido llevadas a escena en otros países (Argentina, México y Grecia). Como investigador, ha realizado numerosas ponencias y artículos en diferentes revistas y publicaciones tales como Fantoche, Academia Galega de Teatro, Fugas en Interferencias, El Gallinero del Principal, Las Puertas del Drama, Revista Galega de Teatro, Acotaciones en la Caja Negra, La Ratonera Apuntes de Teatro (Santiago de Chile).

Desde un punto de vista formativo, fue seleccionado en los I y II Encuentros entre dramaturgos y coreógrafos organizado por el CDN (Laboratorio Rivas Cherif) y Teatros del Canal, así como en Exploratorio Circo, organizado por el CDN (Laboratorio Rivas Cherif) y Circo Price. 

Ha recibido algunos premios por sus textos teatrales, como el Teatro Mínimo Rafael Guerrero (XVI y XXI edición), Dulce por Amargo, Cuenca a escena (1ª y 5ª edición), Pegada de Teatro Radiofónico, Teatro x la Justicia y El Espectáculo Teatral. También ha sido 2º Premio en el I Premio Nuevos dramaturgos Lanau Escénica, finalista en los premios La jarra azul, Astoria, Sporting Club Russafa e Irreverentes de Comedia, además de ser mención de honor en el Premio Abrente MIT Ribadavia y en el de Ensayo Teatral Celcit 40 aniversario. Asimismo, en poesía, fue Premio Internacional de Poesía Experimental de la Diputación de Badajoz y Premio Sargantas de Poesía Visual, entre otros. Y, en relato, obtuvo el certamen Ángel Ganivet y el Vigo Histórico. 

En lo que se refiere a su bibliografía, además de una extensa obra aún inédita y otra dentro de títulos colectivos, ha publicado los siguientes títulos (de manera individual) de teatro, novela y poesía (ordenados desde lo más reciente hasta lo más antiguo): Heredarás el cosmos (El estremecimiento) (Lastura, 2023), Acciones de entusiasmo, imposibles y nunca llevadas a cabo (Arrebato, 2022), Rapsofá (Invasoras, 2022), Cartas de amor a los árboles (Primer Acto, 2021), Anxos abandonados en mosaicos despois do combate (Figurandorecordos, 2021), Maxia (Invasoras, 2021), Laer (Invasoras, 2020), Sembraré recuerdo (Invasoras, 2019), Esquelas para náufragos (Pliegos de la visión, 2018), Arquivos de realidade(Revista Galega de Teatro, 2018), Optimismo Florence (Cuadernos de la Anomia, 2017), Suhaila (Esad Asturias, 2017), Ensayo sobre la lejanía (Cuadernos de la Anomia, 2016), Mecanismo para viejo psiquiátrico y 7 locos auténticos(Invasoras, 2016), Los bólidos del olvido (Edita T, 2015), La muerte es breve (Revista Galega de Teatro, 2015), Cuando las islas hablen (Tandaia, 2015), Preferiría non facelo (Cuadernos de la Anomia, 2015), Lingua de lata (Edicións de Estame, 2014), Prohibido volar en días de sol y en silencio (Edita T, 2014), Julieta Virtual (Cuadernos de la Anomia, 2014), Cielo naranja (Dédalo, 2013), Billetes transportan mensajes (Vitruvio, 2013), Manifiesto capitalista para destrozar corazones (Irreverentes, 2013), Ananké (Episkenion, 2013), O chapeu do indixente/Esgotar os ollos (Estaleiro, 2012), Filamentos de tiempo (Irreverentes, 2011), Gomas de borrar resplandores (Edita T, 2010), Poemas Avisuales (Edita T, 2008), K-mandra o la velocidad de los sueños (Edita T, 2008), La ciudad de los colores (Diputación provincial de Cuenca, 2006), La losa baila el agua (Edita T, 2005), Poemas pequeños (Edita T, 2005) y La risa del conejo (Edita T, 2002).

Pues bien. El volumen Acciones de entusiasmo imposibles y nunca llevadas a cabo cuenta con nada más y nada menos que 404 partituras de acciones y algunos bises. Es un trabajo muy especial en la historia del accionismo español. No es frecuente encontrar un libro con tanta cantidad (y tanta calidad al mismo tiempo) de acciones. Creo que se podría asemejar, en España, a algunas de las compilaciones de acciones de Juan Hidalgo, Joan Brossa o Esther Ferrer. Es un trabajo dificilísimo de componer. Julio Fernández pertenece a esta tradición; con este libro y su trayectoria se ha ganado de sobra un lugar destacado en ella. No hay que olvidar que, en este ámbito, no es habitual encontrar representaciones escritas de esos procesos de partituras de acciones. Por lo general, se llevan a cabo y se pierden en la historia efímera de este tipo de manifestaciones. En pocas ocasiones, se llegan a publicar. Por eso, también estamos ante un trabajo de recopilación muy destacado que debería ser más imitado por los creadores de acciones. 

Algunos de los referentes que podrían transitar por este volumen serían el teatro sintético futurista al que he hecho referencia, las acciones de Hugo Ball y el cabaret dadaísta Voltaire de entre guerras del pasado siglo, las performances surrealistas de los años 20 y 30, las greguerías y acciones de Gómez de la Serna, las acciones de John Cage, las de Jodorowsky en su etapa mexicana, las de Juan Hidalgo, Esther Ferrer, Marcheti, Allan Kaprow, Joan Brossa… Desde luego, no llega a la violencia sanguinaria de los accionistas vieneses ni a a la estética pictórica del grupo japonés Gutai, en el siglo XX. 

En todas estas acciones hay crítica social, individual, estética, de tipo corporal, medioambiental, literaria, escénica, etc. En ellas es habitual encontrar varias lecturas paralelas: la literal que tiene que ver con la ejecución misma de la acción y otra de tipo simbólico, donde se establece una dirección más connotativa, pero sin abandonar la crítica sobre algún asunto. En esta compilación, los lectores pueden encontrar una enorme variedad de acciones que se combinan con aspectos esenciales de la subjetividad humana. Podríamos denominarlas de muy diversas maneras. Por citar varios ejemplos (la lista es extensa), nos encontraríamos con acciones vinculadas a estados muy personales (1, 21); a la reacción del público (5, 14, 23); a un gesto contra sí mismo (13); a lo que se podría denominar metacción, es decir, una acción sobre el concepto mismo de acción o sobre la intención de escribirla, de realizarla o sobre una poética o, incluso, contra el arte de acción conceptual (6, 9, 26, 33, 34, 41, 48, 53 bis, 189, 356, 356 bis, 404); al ecologismo (3, 35); a un gesto irónico anticapitalista (349 bis); a favor de la protección de la infancia (17); al concepto dignidad (352); contra el día de la poesía (31); al juego entre el tiempo y la muerte (28); a la instalación de un objeto con significación y con el que actúa (18, 21, 30, 40, 63); al surrealismo (36); a la crítica política (23, 39); a lo sonoro (42); al poema-objeto y a la espera (47, 62); al arte postal (52); a lo urbano (55, 58); a lo físico (56, 60); a las redes sociales y el cuerpo (66); a lo colectivo, a lo coral (188); a lo que podría llamarse acciones-espejo, donde se producen juegos con las palabras, desplazamientos semánticos (215, 215 bis, 353); a homenajes a personajes conocidos referenciales para el autor, como Fernando Arrabal (218), Umberto Eco (265), Antonio Gramsci (345), Rafael Barrett (376), etc. También es posible, en este volumen, hallar acciones que coquetean con otros géneros de la brevedad, como, por ejemplo, el aforismo (50, 51), el poema corto (22, 24, 182, 378) o el microrrelato (18, 19, 20, 52). La lista podría ser muchísimo más extensa. Es un libro que convendría estudiar con mayor exhaustividad, sin duda. En cualquier caso, a continuación, paso a reproducir una selección de diez de estas piezas representativas de la brevedad contemporánea:

 

13

Una pistola de agua entre mis manos en un día de calor. Con la pistola aprendo a suicidarme al tiempo que me refresco. 

 

18

Me descalzo, meto mis dos pies en dos peceras de cristal sin demasiada agua. 

Mis pies transpiran mientras yo camino. 

Procuro no temblar de miedo.

(Nota al pie de página de su autor en el libro: Mi objetivo no es otro que demostrar que soy capaz de expresarme con absoluta fragilidad. Si el cristal se rompe, estoy perdido).  

 

36

Confundo la palabra “señuelo” con “sueño” y compro décimos de lotería que empiezan por A o terminan por B. 

 

47

Fabrico un dado sin puntos, tan solo comas. 

Lo tiro al aire para estructurar el flujo de mis pensamientos.

 

56

Abro los ojos mucho, hasta sentir verdadero asombro. A continuación los cierro para que el asombro se vaya, y de nuevo los abro para mi propio asombro, y más tarde me desasombro para seguir asombrándome… Así sucesivamente… Al cabo de un par de horas, ya estoy preparado para ser un ciudadano ejemplar.  

 

146

Intento colar un curso de arte de acción a través del INEM. 

 

189

Acudo a mi médica de cabecera después de hacer unos análisis de sangre para recoger los resultados y contarle, de paso, mi obsesión por las acciones poéticas, dándole aviso, por cierto, de su protagonismo en la 189. 

 

265

(Para Umberto Eco). 

Me dirijo en bicicleta a la montaña para experimentar el eco por la noche. Grito, como cuando era niño: “ECO, ECO, ECO…”. 

Pienso: “La muerte es apenas un signo lingüístico”. 

 

390

Pierdo la memoria durante un tiempo. 

La recupero cuando recuerdo el motivo de haberla perdido. 

 

404

Action Not Found. 

 

Acciones de entusiasmo imposibles y nunca llevadas a cabo despliega con creces algunas de las grandes virtudes de Julio Fernández: su ironía, su gusto por la brevedad y la esencialidad, su pasión por la poesía-objeto, la ecología o la crítica (podría ser una especie de autor presocrático contemporáneo al estilo de un Diógenes que busca la verdad desde la ironía, el juego y el cuestionamiento de todas las formulaciones impuestas por el sistema y la economía). Por su especialidad, su calidad y cantidad, su variedad, su rigurosa brevedad, su precisión y libertad, este volumen representa una de las cimas del accionismo escrito en España y, por extensión, de la poesía escénica. 

 

 


sábado, 26 de febrero de 2022

PAZ - NO A LA GUERRA

Por si la pandemia, la crisis económica y miles de problemas más no fueran suficientes tragedias, en estas últimas semanas ha nacido un aprendiz de Hitler en Europa... Putin. Rusia, dirigida por este dictador, está invadiendo Ucrania. El escenario es verdaderamente terrible. Nadie va a ganar aquí. Es un atentado contra otros seres humanos inocentes, contra la democracia, contra la soberanía de un país y contra el derecho internacional. Por muchas sanciones que se impongan o intervenciones militares de aliados que se produzcan, al final, van a perder los mismos: las personas civiles, la humanidad. Y si esto le sale bien a Putin, ¿qué será lo siguiente?

Mi solidaridad con el pueblo ucraniano.
La humanidad ha fracasado otra vez.
Nadie vence en una guerra. Todos pierden.
No a la guerra.




viernes, 21 de enero de 2022

Séptimo libro de Roberto García de Mesa publicado en Grecia: "Obras de teatro"

Muy feliz. Ya se puede adquirir desde la página web de Ediciones Roma (Tesalónica, 2021) y se puede pedir, si quieren, a las librerías de toda Grecia, Obras de teatro, una selección de 10 textos míos pensados para la escena, traducidos al griego por Ifigenia Ntoumi. 190 páginas.

Muchas gracias.







jueves, 30 de diciembre de 2021

Nuevo libro de poemas: "La cima inversa", de Roberto García de Mesa (Buenos Aires, Buenos Aires Poetry, 2021)

Como esto es un no parar, y como es navidad, se acumulan los transportes, los envíos, los sueños, las esperanzas. He recibido, por fin, ejemplares de mi último libro de poemas, inédito hasta ahora y titulado La cima inversa. Ha sido publicado por la bellísima editorial Buenos Aires Poetry (Buenos Aires, 2021). El diseño de Camila Evia es excepcional.

El libro contiene tres series poéticas ("Cristal y nido", "La cima inversa" y "Poemas griegos"), así como el ensayo-poema "Desde el fin". Este último texto lo he encuadrado en esa modalidad, pero podría ser también considerado para el teatro; puede ser cualquier cosa, en realidad. Todos han sido escritos en estos dos últimos años, en plena pandemia, en un contexto muy salvaje, desolador y doloroso.

Quisiera agradecer, de todo corazón, a los directores de la colección Pippa Passes (al poeta, traductor, ensayista y crítico Rodrigo Arriagada Zubieta y a la poeta, traductora, ensayista y diseñadora Camila Evia), así como al director de Buenos Aires Poetry (al poeta, traductor, ensayista y crítico Juan Arabia), tanta generosidad, amabilidad y paciencia.











lunes, 27 de diciembre de 2021

CD "Divina comedia": música compuesta, producida, interpretada, grabada y mezclada por Roberto García de Mesa


Feliz por la aparición del cd Divina comedia, una obra sonora que he compuesto inspirada en el poema homónimo de Dante Alighieri. Es mi humilde homenaje a la celebración del VII centenario de su muerte. Al igual que aquel, se divide en tres partes: “Infierno”, “Purgatorio” y “Paraíso”. La duración total es de 39 minutos con 43 segundos.

Esta obra está dedicada a mi madre, en paz descanse.

Al igual que ha sucedido con mis tres anteriores cds (Genealogías, 2019; Estado de incertidumbre, 2020, y De profundis 2020-2021, 2021), esta Divina comedia (2021) ha sido compuesta, producida, interpretada, grabada y mezclada por mí. El diseño también lo he hecho yo. La impresión ha sido de Makarográfica. La edición del cd es de 40 copias numeradas.

Finalmente, quisiera agradecer a Mario Domínguez Parra que revisara la traducción de los textos al inglés.

Para los amantes de las etiquetas, es música ambient, electrónica, instrumental, a veces dark ambient e industrial.