martes, 13 de marzo de 2012

Hay días...

Hay días en los que decides echar un pulso con el tamaño exacto de la emoción y cuando crees que vas ganando, resulta que pierdes. Y sin saber por qué respiras el mismo aire, besas con los mismos labios, y tal vez eres todos los cuerpos... Y descubres que por una extraña razón no te sostienes en pie. Y el silencio te devuelve una fuerte carcajada... Y te das cuenta de que has vuelto a jugar sin saberlo. Y la vida parece que te ha destrozado la vida. Pero, por un momento, unos ojos te hacen pensar que aún queda tiempo... Y es verdad. Aún queda tiempo para mantenerte en la posición de resistir, en la fisura de las cosas, observando sin parpadear los ojos que intentan devorarte, tus propios ojos. En el conflicto exacto, en el naufragio exacto y decisivo de la vida. Y queda mucho por hacer. Así que...

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