martes, 28 de mayo de 2013

Y por eso...

El arte no responde a estos problemas del hambre. Lo sé. E, incluso, he llegado a pensar que es una frivolidad ante todo lo que sucede. Pero otras veces pienso que me salva la vida, no por mostrar mis trabajos a los demás, no es por eso, sino porque el arte me hace sentir en otro lugar distinto y mejor, de alguna manera, aunque sea el peor rincón de la tierra, pero es que es imaginado, y la imaginación y la necesidad de soñar son los motivos que dan sentido a mi vida, son los motivos que me hacen soportar la vida. Yo sé que de eso no se come, lo he sufrido, como tantos, pero alimenta el alma y te da un refugio espiritual ante la incertidumbre. Y, por eso, tampoco podemos olvidarnos de soñar, de completarnos con ello, de ser fuertes por ello.

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