jueves, 30 de mayo de 2013

Fragilidad

Y es que comprender la fragilidad es comprenderlo casi todo. Todavía hay quien no lo sabe... Y hermanarnos con la belleza... ¡Qué demonios! Todo sucede tan rápido que apenas podemos. Y cuando encontramos una línea de puntos deseamos romper con los principios y con los finales. Aislarnos en el vacío de nuestros sentimientos y sufrir despacio, muy despacio. Sufrir en silencio el dolor de los amores perdidos es una forma de salvación, una forma de permanecer dentro de ellos. No sé... Respirar en el interior de esa belleza, renacer una y otra vez dentro de ella es uno de los grandes actos poéticos de nuestras vidas. Y, probablemente, una parte importante de nuestra existencia nos la pasamos pensando en esto, en esta fragilidad, en cómo sobrevivir a ello, en cómo reflejarnos y medirnos con todas las historias que pudieron haber sido, que fueron de alguna manera, que impulsaron la frágil energía del corazón. Porque cada sentimiento es sagrado.

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