jueves, 20 de agosto de 2009

Contra el horror

En poco tiempo y por distintos motivos han llegado a mis ojos dos noticias realmente espeluznantes que debo comentar. La primera fue en este formidable espacio tan lleno de verdad, de sentimientos, de honestidad y de sabiduría que te envuelve y que ya es como una droga para mí, me refiero al blog de Angélica Liddell (http://miputaperrera.blogspot.com/). En él, Angélica comenta que en el Estado de Chihuahua, en el municipio de Juárez, en Mexico D. F., asesinan diariamente a un gran número de mujeres. Os lo transcribo literalmente en sus palabras, como siempre tan llenas de fuerza y verdad:
"y al terminar este trabajo me estuvieron hablando de chihuahua, cientos de mujeres asesinadas, cientos, un día se llegaron a matar a tantas mujeres que declararon en la ciudad el estado de excepción para mujeres, durante todo un día las mujeres no pudieron salir a la calle, jóvenes, madres, trabajadoras, da igual, secuestradas, violadas y asesinadas brutalmente, coches pasando por encima de sus cuerpos, arrojadas en vertederos, en cunetas, sangre fría e impunidad, sadismo e impunidad, parece mentira, cuando te lo están contando no puedes abarcar EL MAL, porque eso es EL MAL, más de cien mujeres al mes, sólo en chihuahua, más de 20 al día en el estado de juarez, y de allí venían María, Cinthya, Perla... De un estado con un número de muertes equivalente a las bajas de guerra. Compré una cruz en un mercado de Pachuca, el esqueleto de una cruz fúnebre hecha con paja, me la llevé al teatro, a las funciones, necesitaba mostrar esa cruz, la cruz de la barbarie, recuerdo que María me decía, "bueno, nosotras tenemos el límite en las cabezas cortadas, ahora las ponen como en un escenario, encima de telas, hacen su propio teatro de la muerte".
La segunda y tristísima noticia me la hace saber Esteban Beltrán de Amnistía Internacional y es el aviso de una mujer que posiblemente sea lapidada en Irán por haber cometido un delito de adulterio. Esteban lo explica de la siguiente manera:
"Desgraciadamente tenemos que contarte un nuevo caso de una mujer iraní, Sakineh Mohammadi, condenada a muerte por lapidación. Su crimen también lo has oído más veces, 'adulterio estando casada'. Anteriormente había recibido 99 latigazos por 'mantener una relación ilícita'. Como ha ocurrido en otros casos, el juicio fue injusto y sin garantías. El abogado de Sakineh ha pedido a la Comisión de Amnistía e Indulto iraní que revise su causa. Si esta comisión rechaza su petición, Sakineh será lapidada".
En la página web de Amnistía Internacional (http://www.es.amnesty.org/) pueden ampliar la información y participar a través de una acción urgente con el fin de que las autoridades iraníes no ejecuten a Sakineh y suspendan todas las ejecuciones de lapidación. No es la primera vez que gracias a la presión internacional se han conmutado condenas a lapidación.
Estas noticias no suelen salir en la prensa internacional, al primer mundo no le gusta escuchar este tipo de cosas. La mayoría de los políticos se ponen realmente incómodos o dicen algunas palabras "tranquilizadoras", pero se mantienen, ante el miedo, la conveniencia, en un silencio cómplice ante el horror. También la mayoría de la ciudadanía asiste impasible ante este teatro del horror. Angélica lo describió muy bien: "cuando te lo están contando no puedes abarcar EL MAL porque eso es El MAL". Muchas de estas viles actuaciones las realizan hombres siniestros que no merecen el apelativo de seres humanos, no hay hombría en estos actos, no hay un rastro de humanidad en estas acciones, estamos directamente ante uno de los grandes horrores de nuestro tiempo. Y hay que luchar por cambiar las cosas. Todos debemos reflexionar y actuar en contra de esta barbarie.

Sinestesia

He visto tantos colores en movimiento y tantas combinaciones multiplicándose en mi mente, que en un intento de comprender la realidad opté por el negro, ya que es el único que se adapta a la percepción más común, menos sospechosa, más esquemática y más completa. Por eso siempre vi una hermosa clave de comprensión en aquella máxima de Lao Tse: "Los cinco colores ciegan el ojo del hombre". Creo que el padre del taoísmo debió de ser sinestésico y en esa búsqueda de la esencia de las cosas, por encontrar un resquicio de certeza en su percepción, halló también en el negro el centro exacto del movimiento en el espacio.

Errores y aciertos

Los errores no son sino intentos, pretensiones de vida, búsquedas de un conocimiento mayor en lo que nos rodea. Y es que somos las máximas del error que guardan celosamente el acierto.

Insomnio

Yo quisiera dormir esta noche, pero mis vidas pasadas me han robado el sueño. Para quienes padecen de insomnio, para quienes no necesitan descansar demasiadas horas va este momento de silencio, este ejercicio de conciencia, que lo disfruten en su intimidad y mañana será otro día. Porque, para los que aún duermen, el día de ayer terminó hace tiempo. Para nosotros, sin embargo, el ayer sigue siendo hoy.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Nuestra época

Una época convulsa, que tantea sin frutos las ideologías del pasado, que potencia la banalidad y la belleza de la juventud, que busca con desesperación el silencio, pero que está dominada por el ruido del odio y la rivalidad, que crece en miedos, paranoias, dudas, en alucinaciones, que es profundamente individualista y asombrosamente colectiva a la vez, que reinventa sus diversos modelos de crisis para mantener a raya su verdadero dolor y donde lo real ya forma parte inseparable de lo virtual.
Una época que se niega a interrogarse a sí misma, que prescinde de los sentimientos verdaderos y que, tal vez, explora su propio destino en las esquinas de lo marginal, entre las brumas de la demagogia y la confusión de una sociedad que juega a ser apolíticamente política.

martes, 18 de agosto de 2009

Porque

Porque los sonidos son libres y nunca mueren.
Porque hay quien los recupera una y otra vez.

Sonidos

Escuchar los sonidos que definen la vida,
liberarlos del tiempo
y comprender que no saben de teorías europeas.

Por fin

Por fin, la música, la paz. A veces me gustaría tener tres manos, sólo tres. He tocado varias horas; mis muñecas y mis dedos, destrozados. Pero he renacido de nuevo. Y de repente, el mundo se ha quedado tan pequeño... Casi ha dejado de existir. Me rodea una franja de humo, suspendida en el aire. La brisa golpea con insistencia la ventana y me despierta definitivamente. Escucho las caricias de mis últimas notas. Todo se va disipando, pero aún flotan algunos ecos, algunos colores, algunas imágenes casi borrosas, nada de palabras.

El círculo de fuego

Últimamente tengo la sensación de que me sobran las palabras. La realidad se desploma cuando me aproximo a ellas. Quizá me encuentre desorientado, pero cada vez entiendo menos la vida. Quizá espero que todo sea distinto y no lo es o que debería recuperar algo de verdad en las palabras. Porque en nuestros días hay tantas cosas que suenan a manipulación, demagogia... Quizá espero más de las personas que conozco o ellas de mí. Últimamente tengo la sensación de que estoy ardiendo y todo lo que se acerca a mi círculo de fuego acaba quemándose pronto. No sé. Ante esto supongo que lo mejor es el silencio. Saber que existe. Con él nadie te echará ninguna falta en cara. Con el silencio puedo sentir que no hago daño a nadie, puedo sentirme un poco más en paz conmigo mismo.
*
Llegué a traspasar las fronteras de mi percepción por un accidente. Desde entonces soy víctima de él y desde entonces sólo quiero pintar la brisa del ocaso, beber la luz de las estrellas o devorarme por dentro hasta conseguir un instante de paz verdadera. Pese a la condición de este círculo que me consume lentamente, que me hace vivir una ardiente soledad y que me condena al silencio, el dolor me guía, me orienta en las tinieblas, es la falsa rima, el fuego de los dioses que me condena a la inspiración eterna. Por eso no te acerques, mantente lejos de mí, escucha los designios de la prudencia y escapa de todos los umbrales donde la razón, la mística y el caos puedan encontrarme.

lunes, 17 de agosto de 2009

La esperanza

He atravesado todos los paraísos posibles y todos los paisajes de la melancolía.
He bebido del agua de los muertos.
He escuchado el verdadero silencio desde la montaña más alta del mundo.
He creído que otra humanidad era posible,
que sus sueños se cruzarían en un único gesto de certeza.
He navegado entre las estrellas más lejanas, entre los suspiros más largos.
He sido un iluso por pensar que olvidaría mi nombre al arder en el fuego de la duda.
Pero he vuelto para decir que todos los caminos conducen a la esperanza, si quieres,
y que la vida no empieza en los espacios que escuchan el miedo,
sino en la voluntad,
en la voluntad de navegar por el río de las utopías,
porque todos los mundos que puedas imaginar continúan girando dentro de nuestros ojos
y porque todos formamos parte de la música que los dioses olvidaron en el momento de la creación.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Si hoy

Si hoy yo dejara de existir, tal vez lo comprendería todo.

El jugador

Hacia el mediodía de ayer, un hombre de mediana edad, incomodamente pulcro, con camisa a rayas, corbata y traje algo desteñido por el uso, y con el pelo recién mojado en los lavabos cercanos de la plaza, se había colocado de manera estratégica al final de una de la principales calles de la ciudad. Con exagerados buenos modales solicitaba una ayuda a todos los conductores que paraban sus coches cuando la luz del semáforo se ponía en rojo. Desconozco si era o no un resultado habitual en su vida, pero, en aquel momento, le respondían con diversas formas de negación, uno tras otro. Me pareció descubrirle una leve expresión de sorpresa cuando se encontró ante un modelo despampanante de automóvil (no revelaré su marca), nuevo, brillante, de esos que intentan comercializar estúpidamente con mujeres semidesnudas para hacerlo "más deseable". Tampoco podría asegurar si quien conducía era hombre o mujer. Superada la impresión inicial, pareció aproximarse con algo de ansiedad, excitación, como el jugador que cree que esta vez posee la combinación ganadora, pues imagino que era consciente de que le quedaban unos pocos segundos para consumar su acción. El conductor o la conductora debió de hacerle un gesto negativo, antes de que él le pidiera algo. El hombre se quedó mirando a la ventanilla durante unos segundos, perdido, y rápidamente se bajó los pantalones hasta los pies. Así permaneció otro leve lapso de tiempo, con el cuerpo desnudo de cintura para abajo, en silencio, delante de aquel objeto maravilloso y su ocupante. Entonces el semáforo cambió y todos se pusieron en marcha, excepto aquel hombre que no dejaba de mirar cómo se perdía entre los otros el vehículo elegido. Recuerdo que alguien le gritó: ¡gamberro! ¡golfo! Se quedó unos segundos inmóvil y, como si despertara de un sueño, se volvió a subir los pantalones con la misma naturalidad con la que se los había bajado. Escarbó en sus bolsillos y encontró una pipa de girasol. Le fue quitando la cáscara con sus oscuros dientes, mientras esperaba a que el semáforo volviera, supongo, a su deseado color rojo.

lunes, 10 de agosto de 2009

Iluminaciones

Cada vez que pienso en ti, me acuerdo de todo.
Leo las huellas de los pájaros y escucho los murmullos del océano.
Contigo he aprendido a callar cuando los vientos castigan la voz.
Ahora, entre luminarias, aguardo los designios del tiempo.
No puedo fingirlo, estoy sostenido con dos muletas líquidas,
dos hemistiquios para sobornar a la fe.

sábado, 8 de agosto de 2009

Hoy (II)

Hoy todo está cambiando:
un olor a tierra húmeda, un olor a bestia renaciendo del barro...
Mientras riego mi pequeño jardín, un pájaro se apoya en mi hombro.
Yo sólo sé que hoy me dejaría llevar por el vértigo del aire.

jueves, 6 de agosto de 2009

Errores

Si naciera de nuevo, volvería a cometer los mismos errores, aunque algo más simplificados, claro.

Hay

Hay quien se horroriza con la melancolía.
A ellos y a ellas dedico estas dos palabras:








lo siento

Pasado

Cuando uno se olvida del pasado, en realidad acaba preguntándose: ¿pero qué coño estoy haciendo aquí?

Amor

Si el amor llenara de fotos el mundo, todos viviríamos con una jodida estampita en la frente que pondría: "hemos visto a dios".
No busques más.
La sangre de los desafortunados corre por estas venas.

Recuerdo

El recuerdo de un tiempo perdido,
la belleza que se fue y se volvió a encontrar,
la liturgia del deseo,
la liturgia del pasado o del futuro...
A veces, el dolor purifica el espíritu.

Momentos

Pensamos que en algún momento todo puede cambiar.
Aunque si el momento se acerca peligrosamente, lo esquivamos.
La soledad es un momento culminante de algo.

sábado, 1 de agosto de 2009

Hoy

Hoy me he convencido definitivamente de que la vida es un ya veremos.
Eso es todo.