lunes, 17 de agosto de 2009

La esperanza

He atravesado todos los paraísos posibles y todos los paisajes de la melancolía.
He bebido del agua de los muertos.
He escuchado el verdadero silencio desde la montaña más alta del mundo.
He creído que otra humanidad era posible,
que sus sueños se cruzarían en un único gesto de certeza.
He navegado entre las estrellas más lejanas, entre los suspiros más largos.
He sido un iluso por pensar que olvidaría mi nombre al arder en el fuego de la duda.
Pero he vuelto para decir que todos los caminos conducen a la esperanza, si quieres,
y que la vida no empieza en los espacios que escuchan el miedo,
sino en la voluntad,
en la voluntad de navegar por el río de las utopías,
porque todos los mundos que puedas imaginar continúan girando dentro de nuestros ojos
y porque todos formamos parte de la música que los dioses olvidaron en el momento de la creación.

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