martes, 6 de abril de 2010

Prometeo y el insomne

El destino del insomne y el mito que describe la acción del águila enviada por Zeus para devorar el hígado de Prometeo, y que, gracias a su condición inmortal, éste último hacía crecer cada noche de nuevo, tienen en común que, al día siguiente, regresará exactamente la misma maldición, que todo volverá a empezar y que, por una extraña razón, todo acabará también de igual forma. En el caso del insomne, al balance del día anterior le sucederá otro idéntico y, así, hasta que la vida resista. Después le tocará a otro y, luego, a otro y a otro... Al final, todos los insomnes del mundo colaboraremos en un proyecto de búsqueda que no llegaremos a concluir conscientemente. Y he aquí la otra maldición: alcanzaremos el deseado extremo, pero nunca descubriremos si habremos llegado a él realmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario