miércoles, 29 de abril de 2009

Crisis

Quizá lo mejor sea encontrarnos y no decir nada. Desnudarlo todo y convertirlo en otra cosa.
Sin imágenes, sin palabras de más. Un acento nuevo que lo diga todo sin decir nada. Porque todo está en tu cabeza. Y es tan cruel.
Europa está seca. Sigue con sus remordimientos y su espíritu positivo y autocomplaciente. Una palabra pura que deja de ser pura. En esta dimensión, el hombre deja de ser político, para convertirse en un vacío altruista, una existencia que vomita especuladores. La crisis especula su propia leyenda. Vivamos una crisis profunda. Sólo quien está en crisis permanente no la teme. Es más, la necesita. Los remedios para combatirla están en ella.

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