sábado, 26 de junio de 2010

Enigmas

Tocar el piano hace que me enfrente a mis propios enigmas. A los que aún no logro resolver. Mientras escribo estas palabras, en mi cabeza escucho unas notas aisladas, una especie de contemplación sencilla e irregular, como si fuera el sonido imprevisto de una nube que cambia de máscara. Hay un lugar preciso y honesto donde los tres tiempos se unen para cambiarlo todo. Yo creo que cuando escucho así la música, sin medida, sin teorías europeas, todos los estados posibles de la emoción son puestos a prueba.

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