miércoles, 27 de enero de 2010

nº 54

Acabo de concluir mi obra nº 54 de teatro. No sé si sirve de algo decirlo, permítanme la soberbia de compartir el dato con ustedes. Hacía tiempo que no las contaba. A veces creo que es lo único que a uno le queda en la vida. Es algo que nadie te puede quitar. Cuando lo hice, suspiré un poco. Y más cuando ninguna de las piezas que he escrito a lo largo de mi vida entran dentro de los modelos comerciales que imperan en el mercado y que, en muchos casos, vuelven más estúpido al público. Creo que he vencido al sistema en esto.
Tengo 36 años y estoy cansado esta noche, muy cansado. A veces creo que en lugar de 36 tengo 63...

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