martes, 31 de julio de 2012

Mi poema "Nausinoos" traducido al inglés por Mario Domínguez Parra y publicado en la revista británica de literatura "3:AM Magazine"

Me apetece contarles algo...

Mi poema Nausinoos (2005) fue editado por Ediciones Idea en español, en 2006. Pero, hace unos años, mi amigo el poeta Mario Domínguez Parra lo tradujo al inglés y lo envió a varias editoriales y revistas de literatura en lengua inglesa... Y dio muchas vueltas, queríamos publicarlo entero. Gustaba, nos propusieron editarlo en algunos momentos, pero en muchos casos no nos llegaba a convencer la forma de hacerlo, algunas buenas propuestas tampoco llegaron a consumarse. Incluso creíamos que había una maldición con esta traducción, como si fuera un poema maldito... Nausinoos es el hijo de Odiseo (Ulises) y de Calipso, en la Odisea. Su presencia ocupa medio verso del poema de Homero. Nunca vi que alguien se detuviera con detenimiento en cómo sería este mito, Nausinoos, y pensé: si es el hijo del mar y de la isla... Me gustó intentarlo y aquí lo tienen, en la prestigiosa revista de literatura británica 3:AM Magazine, en inglés, traducido por Mario Domínguez Parra. Es un poema largo fragmentado, metafísico... En el original, publicado en Ediciones Idea, en 2006, cada fragmento ocupaba una página del libro... Hay mucho espacio, mucho espacio... Aquí no se aprecia por el formato. Es difícil, en realidad... Y, ah, por cierto me pidieron un retrato y yo les envié la fotografía que ven debajo, un retrato actualizado... Me pareció divertido...
Como dijo mi amigo Mario, hoy se ha roto la maldición de Nausinoos...
Agradezco mucho a Mario, una vez más, su empeño y el esfuerzo empleado en esta excelente traducción y a Steven Fowler, editor de esta prestigiosa y ambiciosa revista británica, 3:AM Magazine, por su interés en mi obra.
Me siento muy feliz esta noche después de un día demasiado duro...

Besos a todos/as...

domingo, 29 de julio de 2012

Bajar el sueldo a los políticos

Y si a los políticos se les bajara el sueldo y quedaran como mileuristas, todos... sería una buena medida para que muchos que solo buscan enriquecerse en política dejaran de hacerlo. Es algo que los ciudadanos esperan. Con esto ganarían más en credibilidad. Vivimos una época en la que todo el mundo mira el sueldo de todos y especialmente de los políticos, todo el mundo opina acerca de cómo repartir mejor la riqueza. Hay tantas ideas en internet sobre cómo mejorarlo todo, que no entiendo cómo no se han dado mejores pasos. Pero los políticos que tenemos no son buenos gestores, en realidad, la mayoría no saben lo que tienen entre manos y se preocupan de ellos mismos o de su imagen pública o de lo que pueden obtener a cambio. Deberían de haber unas pruebas de acceso a la política, que no fuera el enchufismo, sino como si fuera una oposición... Un grupo limitado de políticos y gestores elegidos democráticamente, uno a uno, y que además hubieran pasado una pruebas específicas y objetivas sobre los campos que irían a gestionar...
Y no me refiero a una tecnocracia, no es eso, porque sin corazón no se puede gobernar... Sensibilidad y ser parte de la ciudadanía, siempre, no estar por encima...
Hay que buscar los puntos de encuentro entre todos... Crear nuevos métodos para encontrarnos mejor. Porque así, como vamos, no se puede andar bien. Los políticos actúan al margen de los intereses de los ciudadanos... Y eso es lo que se percibe.
Yo creo que si tuviéramos más tiempo y más ganas se resolverían muchas cosas...

Responsabilidad

Si ocuparan cargos políticos las personas mejores formadas en el puesto dado y con un alto sentido de la responsabilidad y de la honradez, además de someterse a un control férreo con un órgano específico independiente, creado al efecto, y que controlara cómo se lleva a cabo tal gestión de los recursos públicos y verdaderamente dirigido a servir a los ciudadanos, no se necesitarían tantos asesores, ni se robaría tanto, ni habría tanto gasto público superfluo...

viernes, 27 de julio de 2012

Cartas

Las cartas bajo la mesa... y somos lugares extraños, diversos, nos movemos con largos recorridos y respiraciones muy breves... Todo es mucho más lento... o más rápido cuando decidimos sentirnos por dentro y olvidar nuestra carta del día.

Todo

En algunas ocasiones todo parece tan evidente... pero la evidencia es un error... tal vez un error controlado.

Silencio

Silencio para escucharme.
Silencio que cruje.
Silencio que ladra.
Silencio que me recuerda en el silencio.

Picaresca...

La picaresca, la maldita luz, la victoria de los días... interrogarme por los detalles y por qué somos capaces de sentirnos parte de algo que nos importe de verdad o fuera de ello o al margen o en sus espacios intermedios... o por qué el ser humano necesita tanto engañar u odiarse a sí mismo o amarse sobre todas las cosas... para adquirir el más intenso soplo de tristeza que pueda soportar... y disfrutar con ello y sobrevivir a ello.

Otro problema...

Otro gran problema es que cada vez con más frecuencia se imita la falta de honestidad de nuestros políticos y se está justificando todo porque como ellos también lo hacen... Y al final no hay referentes, y al final da igual lo que hagas, y al final barro para mi casa, y al final me importa un carajo lo que suceda, y al final todos vamos contra todos y nadie sabe por qué...

Esto...

Esto acabará muy mal si nuestros políticos siguen así... Cómo es posible tan poca perspectiva... Cómo es posible tan poca humanidad... Tan poca capacidad para resolver los problemas de base... A nuestros políticos no les interesamos... Somos las consecuencias molestas de sus errores o de sus malas decisiones...

Necesitamos...

Necesitamos tiempo... No necesitamos fórmulas mágicas... España necesita tiempo y no recortes de un día, de un mes, de un año... España es un gran país, pero necesita respirar, necesitamos respirar... Las reformas deben ser progresivas y no de golpe... No hay economía que soporte eso. Pero sobre todo no es posible que la ciudadanía aguante tanto recorte... y a tanto chorizo...

lunes, 23 de julio de 2012

Con

Con las luces de un puerto imaginario.

Una parte

La vida va pasando, sí, va pasando. No es tiempo perdido, pero es fácil sospechar lo contrario. Y una parte de mí se encuentra en ti o en ti o en ti... y viceversa. Y yo no sé cuándo terminará todo esto, pero estamos juntos para olvidar lo pasajero y encontrarnos en un sin fin de rumbos que se mueven al compás de lo eterno.

domingo, 8 de julio de 2012

"Los observadores" (De mi obra "Interior de una cámara de cera", Ediciones Idea, 2006)



Usted ha llegado con los demás. En un espacio para decidir. En un espacio. Para decidir lo que haremos. De cómo actuaremos. De cómo actuaremos. En este punto tan difícil... Piense. Veamos. Descorche una frustración. Descorche, por ejemplo, una cereza de una botella. Y recorra todos los mares. Aterrice en un rascacielos... Disfrute de su apetito. Oblíguese a comer. Oblíguese a opinar. Porque todo es discontinuo. ¿Es usted disperso? No hay comunicación. Entonces, usted espera algo de comunicación... Y en ese momento, la luz me miraba desde la ventana... Me sentí observado por usted. Fue, entonces, cuando decidí salir en su búsqueda. Pero no. Usted lo ha olvidado. Y no aguanto esta espera. Me pone de mal humor. Alguien quiso representar este papel, ¿sabe? Pero yo no lo permití. Todavía no estaba preparado. No puedo abandonar. No puedo dejarlo como si nada. Busco los silencios positivos, las pausas. ¿Quién quiere hablar? ¿Y cuándo se decidirán a hablar? Yo no quiero decir este texto, pero no tengo más opciones. Ustedes no quieren callarse, ¿o sí? Bueno. Es, quizá, un momento culminante. Ustedes me dicen lo que debo decir. Usted... Me voy a callar. Me voy a interrumpir. Lo interrumpo todo. Para perder el ritmo. Buscar el silencio. Está bien. Sin antecedentes. Sin humor. Sin tristeza. Pero usted sabe que es algo triste. Porque usted no tiene nada que contar. Vive solo. Disfruta de la soledad. Del soliloquio. Usted es individual. Se considera un individualista. Quizá alguien ajeno a usted mismo. Usted es un ser al margen. Una especie de confianzudo de sí mismo. Ha olvidado sus motivos. Ha olvidado cómo ha llegado a este punto. ¿Cómo era antes? ¿Cómo se iba usted de sí mismo? ¿Cuándo comenzó todo? Está solo. Solo. Nadie le espera. Nadie da nada. Ustedes lo saben. Es difícil. Porque estas preocupaciones carecen de interés. Un lenguaje que no da nada. Nada. Como experiencia no sirve. No insista. Como voz interior, ¿quién sabe? ¿Usted lo sabe? Cada uno sólo puede hablar de sí mismo. Es inútil toda resistencia. ¡Qué nadie se mueva! Es broma. Pero estamos aquí. En este lugar repleto de imprecisiones. Ni siquiera usted y yo somos compatibles. Ustedes y yo. Fingimos. Fingimos que hay entendimiento. Pues yo les digo que no lo hay. Yo. Mi personaje no sabe nada. Les ignora. Y es capaz de engañarles. Les está engañando. Ustedes suponen. Sólo suponen lo que está sucediendo. Pero no ocurre nada. Como en sus vidas. Usted se siente engañado. Se irrita. Le preocupa la experiencia. Y no saber... Esta imprecisión... El argumento está circulando por otro canal... Usted se enfada porque cree que no se encuentra en el lugar adecuado. Usted duda. Es decir, usted abandona. Sale del lugar. Pero está solo. Continúa solo. No se ha resuelto el problema. Vuelve a dudar. Busca otra ubicación. Pero no es suficiente. Usted carece de recursos. Es algo sin estructura. Sin diseño previo. Sin aclaraciones. Nadie le explica. Nadie habla con usted. Pero están ahí. Ellos, ustedes, dentro de sí mismos... Los observadores de esta guerra. Usted pertenece a esta coalición. A este tribunal. Usted es una parte. Algo indiscutible. ¿Lo entiende? Entonces, ¿por qué duda? Usted es consciente. Se deja llevar. No quiere dejarse llevar. ¿Qué le preocupa? Está preocupado. ¿Qué le impide seguir? No puede seguir. Usted se asombra. Pero no puede asombrarse. Se interroga. Se sienta. Vuelve a ser usted mismo. Y ellos siguen ahí. Está con ellos. Les refuerza. Les devuelve el optimismo. No comprenden, pero ¿qué importa eso? Se irán con la duda. Algunos se marcharán con las manos vacías. Algunos seguirán escuchando. Y usted verá la televisión. Verá la televisión. Se descubrirá en ella. Elegirá no comprometerse. Dejará de ir al teatro. Abandonará su vida anterior. Sentirá la necesidad de comenzar de nuevo. Pero no hay salida. No está en su mano. Usted no puede escapar de todo. Es inestable. Todo esto. El espacio. Este reducto. Y es breve en comparación con todo lo demás. Una fortaleza sin fuerza. Y este teatro hueco. Continúa disperso. No se ha movido. Pero respira. Usted piensa en la televisión. En una imagen invisible. En cómo sería el desnudo. Y cómo se colocaría. Y cómo perdería. Usted sabe. A no ser... A no ser que alguien le estuviera engañando. Que le dijera lo que quiere oír. Entonces, todo sería distinto. Usted no sería quién cree que es. Ni los demás. Ni ustedes. En realidad, no lo saben. Confían demasiado. Hasta en la escritura. En la estabilidad de aquello que es inestable. En una herencia. Hay unos derechos adquiridos en este espacio. Unos derechos que ustedes ven. Unos derechos que yo no puedo ver. Por eso me oculto entre ustedes. Y me disfrazo de usted. Pero no lo sabe. No me conoce. Por eso he dejado de escucharle. Por eso he perdido mi afinación. Al carecer de criterio, usted no sabe de lo que estoy hablando. Desconoce el engaño. Convive con su propia apariencia. Y continúa ahí inmóvil. Sin decir lo que piensa. Lo que opina de verdad. Pero se justifica. Se ignora. Usted se ignora. Porque se justifica. Porque dice no lo entiendo. Porque usted lo sabe. Yo le ignoro. Le ignoro.

De mi obra "Teoría de los ocho movimientos" (Ediciones Idea, 2006) (Movimiento V)



(Una mujer persigue a un hombre).


MUJER
Oiga, señor.

HOMBRE
No me interesa.

MUJER
Por favor, por favor.

HOMBRE
No.

MUJER
Es que...

HOMBRE
No, déjeme.

MUJER
Verá, necesito...

HOMBRE
Suélteme, por favor.

MUJER
Está bien. ¿Me puede escuchar un minuto?

(Se coloca delante del hombre).

HOMBRE
Tengo prisa.

MUJER
Es que quisiera pedirle...

HOMBRE
Lo suponía.

MUJER
Es algo insignificante.

HOMBRE
No me interesa, ¿entiende?

MUJER
Es que sería tan insignificante para alguien como usted.

HOMBRE
No tengo dinero.

MUJER
Oh, no. No es dinero. No es eso.

(El hombre se relaja un poco).

Es algo tan poco importante.

(Silencio).

HOMBRE
¿Me está pidiendo que me acueste con usted?

(Silencio).

MUJER
Bueno. En realidad, tampoco se trata de eso, exactamente.

HOMBRE
Señorita, déjeme en paz.

MUJER
Por favor, por favor.

HOMBRE
Quíteme la mano de encima.

MUJER
Es que...

HOMBRE
Tengo que irme.

MUJER
¿Le parezco atractiva?

(El hombre la observa durante un instante en silencio).

HOMBRE
No está mal, pero quítese de en medio. Soy un hombre casado.

MUJER
Está bien.

(La mujer se coloca delante del hombre y le prohíbe el paso).

Sólo se lo diré una vez. Por favor... Todavía no ha pasado el minuto.

HOMBRE
Nunca se lo di.

MUJER
En realidad, no me ha dado nada.

HOMBRE
Sí. Estoy perdiendo mi tiempo con usted.

MUJER
Sólo quisiera preguntarle una cosa.

HOMBRE
Bueno. ¿Qué diablos quiere?

MUJER
Yo quisiera saber si podría...

HOMBRE
Estoy siendo muy amable con usted.

MUJER
... si podría decirme una cosa.

HOMBRE
¿A qué se refiere?

MUJER
Si podría decirme algo.

HOMBRE
¿Qué cosa?

MUJER
Prometo no molestarle más.

HOMBRE
¿Y bien?

(Ella se tapa los oídos con las manos).

MUJER
Por favor, dígame que me quiere.

(Se miran en silencio. Él arroja su maletín al suelo. Se acerca a ella y le da un beso en la frente. Se detiene. La besa en los labios. Le baja los brazos. La abraza. Se abrazan. Se separan. Coge su maletín y se marcha. Ella, también, pero en otra dirección.

Oscuro).

No lo entiendo...

¿Por qué los ciudadanos, los votantes, (donde se dice que una democracia ostenta su verdadero poder), permitimos que los políticos, asesores, personal de confianza no se recorten sus sueldos y continúen con sus salarios millonarios, mientras recortan y recortan nuestros derechos, nuestra capacidad de movimiento y, en definitiva, nuestras libertades? Sinceramente, no lo entiendo. No puedo entender semejante atropello... Y menos en nombre de Europa o de la especulación o de la prima de riesgo o de la bolsa o de los bancos...

Yo recorto, tú recortas, él recorta (¿ellos recortan?)

La ciudadanía lo pide, pero no se ha llevado a cabo realmente: El verdadero recorte empezaría por bajar el sueldo a los políticos, asesores, personal de confianza (o eliminar sus puestos de trabajo) y similares, la corona... Cuánto se evitaría... Unir ayuntamientos, solo se han unido dos en toda España. En todo este tiempo, solo he visto algunos casos contados con los dedos de una mano. ¿Con qué conciencia se puede hablar de recortes en los gastos que ocasionan los derechos sociales legítimamente ganados en estos años, si quienes lo llevan a cabo no son capaces de recortarse a sí mismos...? Es que la legitimidad de un gobierno no solo se sustenta en los votos, (no es un cheque en blanco para hacer cualquier cosa), sino también, y sobre todo, en el valor moral de sus acciones.

viernes, 6 de julio de 2012

Una noche del siglo... (2009)

Respirar después de un día.
Un día que llega después del último día de la humanidad.
Mi siglo llega después del siglo.
Una leve respiración de futuro.
Sin pasado.
Trazos, trazos de un porvenir cibernético.
Cómodas butacas.
Para verlo todo.
A los muertos, a los vivos.
A los visionarios.
Contempla al meteoro caer.
Viaja al fin de ti mismo.
Y ese es nuestro siglo.
Explota dentro de ti.
Todo lo que eres.
Lo que fuiste en la eternidad.
Olvidarme de ella.
Saber que estoy sin estar.
Morir dentro de mí mismo y detenerme en un lugar diferente.
Todo a la vez es posible en mi siglo.
Cerrar los ojos.
El siglo de la sospecha, de los tímidos.
Cerrarlos para saber que no hemos muerto.
Mi siglo se olvida de la retórica.
Mi siglo no es el momento de la historia.
Mi siglo ha suprimido la historia.
Mi siglo se cierra y duerme para olvidarlo todo.
Empezar de nuevo.
Desde una isla.
Una representación aislada.
Pero con muchas islas.
Todas las voces.
Todas las voces.
Al mismo tiempo, ninguna.
La del olvido.
Mi siglo ha olvidado en qué siglo está.
La épica científica.
La épica.
La épica de un solo ser.
La épica de una nube.
Del arbusto.
De la roca.
De la mirada.
La nueva ciencia no sabe lo que ve.
Aunque también ve lo que sabe.
La nueva ciencia lo abarca todo.
Menos lo sutil.
El instante, el gesto, el mito.
Los viajeros sutiles.
Los enemigos y un cuerpo para la esperanza.
Un cuerpo de siglo.
Un cuerpo desnudo de siglo.
Un cuerpo que redondee la naturaleza de las cosas.
La naturaleza de las cosas invisibles.
Un mito del siglo.
Un mito imposible.
Un mito virtual.
Me ves y no me ves.
Me tocas.
Me tocas.
Soy la carne de un mito.
Una realidad paralela.
Un canal entre las mentes.
Mi siglo se impone.
Mi siglo desea abrazarme o estrangularme con su silencio.
Mi siglo.
Mi espacio innombrable.
Global, interactivo, suicida.
Te conozco mejor.
Te conozco si me lees.
Te veo entre las frases.
Y hasta me llegan tus comentarios.
Escribe.
Escríbeme.
Juntos pintaremos sus bordes.
Sus límites sin tiempo.
Sus límites frágiles, paralelos.
Mi siglo necesita una pantalla, un modelo de conciencia.
Mi siglo habla en silencio.
Desnuda la voz.
Desnuda el pensamiento.
Y enmascara la luz.
Enmascara la mirada.
Cierra los ojos.
Ciérralos.
Y vuelve a mirar el brillo o el parpadeo de una noche que dura un siglo. 



jueves, 5 de julio de 2012

¿Habla conmigo?

‎-¿Habla conmigo?
-Sí, pero...
-¿Pero qué?
-Le estoy mirando, solo.
-¿Y?
-Nada.
-Pero, ¿usted no baila?
-Es que me gusta ver la vida pasar...
-La vida pasar...
-Sí, a usted y a mí, juntos...
-Pero es que es la primera vez que la veo...
-Sí, pero, a mí me gusta pensar que las cosas pasan.
-Las cosas no pasan... suceden...
-Pasan...
-Pasan por algo que no es, pero suceden...
-Entonces, usted y yo...
-No lo sé... ¿Bailamos?

-Bien. Pero esta vez sin cuerdas que nos aten...

domingo, 1 de julio de 2012

De "Los cuerpos remotos"...



Mi teatro pertenece a la patria de los vientos huracanados.

Un ser humano comienza a vivir cuando no se reconoce entre sus máscaras.


Todos hemos muerto alguna vez en la vida o todos hemos muerto más veces de las que creemos.

La tormenta perfecta se halla dentro de uno.

La literatura imposible no se vende al mejor postor, está en cualquier lugar y en ninguno a la vez. Con ella serás más vulnerable y revivirás el incendio de los sentidos.